Un adblocker es una herramienta de software o una extensión de navegador que impide que los anuncios se muestren en los sitios web. Los usuarios instalan adblockers para mejorar su experiencia de navegación reduciendo los tiempos de carga de las páginas, eliminando distracciones, previniendo el seguimiento por redes de publicidad, y reduciendo el riesgo de que se propague malware por anuncios maliciosos.
Por ejemplo, cuando un usuario con un adblocker visita un sitio web, el adblocker filtra el contenido que coincide con patrones o fuentes relacionadas con anuncios conocidos. Esto significa que anuncios de banner, pop-ups y anuncios en vídeo pueden no aparecer como lo harían sin un adblocker. Aunque los adblockers son beneficiosos para el usuario, pueden impactar a los propietarios de sitios y creadores de contenido que dependen de los ingresos publicitarios reduciendo el número de impresiones y clics generados por su sitio.
Los propietarios de sitios a menudo responden pidiendo a los usuarios que desactiven los adblockers o ofreciendo servicios de suscripción que proporcionan una experiencia sin anuncios. Esta dinámica requiere un equilibrio entre la experiencia del usuario y la generación de ingresos al publicar en línea.