La velocidad de la página se refiere al tiempo que tarda un sitio web en cargarse y volverse completamente interactivo para el usuario. Es un factor crítico tanto para la usabilidad como para la optimización de motores de búsqueda (SEO), ya que las páginas más rápidas son más eficientes para retener a los visitantes y tienden a posicionarse más alto en los resultados de los motores de búsqueda. La velocidad de la página puede verse afectada por varios factores, incluido el tamaño de las imágenes, la complejidad de los scripts que se ejecutan en la página, la calidad de los servicios de alojamiento web y la distancia entre el servidor y el usuario.
Por ejemplo, si un sitio web contiene una gran cantidad de imágenes de alta resolución que no están optimizadas para la web, esto puede ralentizar significativamente los tiempos de carga de la página. Herramientas como PageSpeed Insights de Google se pueden usar para analizar el rendimiento de un sitio y hacer recomendaciones para mejorar la velocidad. Implementar estas recomendaciones, como comprimir imágenes, minimizar archivos CSS y JavaScript y usar redes de entrega de contenido (CDN), puede ayudar a mejorar la velocidad de la página.
Mejorar la velocidad de la página es fundamental para una mejor experiencia del usuario y para mejorar la visibilidad y el rendimiento de un sitio web en los motores de búsqueda.